Hoy, 20 de marzo es el Día Internacional de la Felicidad. Esta fecha especial figura en el calendario de las Naciones Unidas como el día oficial para recordar la importancia de ser feliz. Una pregunta ronda en mi cabeza y me pregunta, ¿Jackie, eres feliz? Debo admitir que el cuestionamiento me asusta. Siento que me insinúa que quizás no merezco serlo.

Inmediatamente comienzo a contar mis bendiciones. Siento que es como orar para protegernos de pensamientos negativos que amenazan a cada minuto nuestra tranquilidad. Como una fábrica que nunca se detiene repitiendo costumbres, patrones e historias que nos inventamos en la mente.

Tal vez un padre, profesor o mentor nos dijo alguna vez que no éramos merecedores de felicidad y lo creímos. Hagamos memoria, todos conocemos por lo menos una persona que ha pasado por nuestras vidas queriendo aplastar nuestros sueños. Encima de eso les hemos creído y cargado con esa mentira toda la vida. Limitando nuestro potencial. No reparamos en que las personas que dicen cosas negativas solo expresan como se sienten ellos mismos. Es como un espejo, lo que ves en mi está en ti.

Todo este tema de inteligencia emocional es bastante confuso y la vez sumamente sencillo. Para entender más sobre como comprender y controlar las emociones ingresé hace unas semanas a la Escuela de Emociones. De la mano de mi amiga, mentora y reconocida psicóloga, Estrella Flores Carretero, que viajó con su maravilloso equipo del Instituto Europeo de Inteligencia Eficientes y acompañada de Ismael Cala, me sumergí en un interesante curso de cuatro días.

El tiempo pasó como una borrosa nube de emociones mixtas. Descubriendo herramientas para aprender a entender mis emociones y sobre todo controlarlas. Entendí que mis pensamientos afectan mi salud y sin salud no hay vida.

Al terminar la jornada en la Escuela de Emociones obtuve una nueva perspectiva de cómo vivir mi vida. Se que no puedo controlar mi entorno ni lo que hacen los demás pero si puedo controlar como reacciono a ello. Hoy estoy emocionada por continuar mis estudios y compartir lo aprendido en la experiencia que nos espera el próximo mes de julio en Jerez de La Frontera, España.

Meditando sobre lo aprendido reflexiono ¿qué pasaría si todos los días fuesen recordatorios de felicidad? Vivimos inmersos en la rutina cotidiana en modo piloto automático. Repitiendo patrones en círculos repetitivos y a menudo encontrando poca satisfacción en el placer de la vida.

Olvidamos que todos tenemos la capacidad de ser felices. Sencillamente debemos darnos cuenta de lo que necesitamos cambiar para lograrlo.

Aquí cinco consejos para ser feliz

1. Agradece. En lugar de quejarte por lo que no tienes, agradece lo que si tienes y así veras que siempre tendrás suficiente.
2. Cuida tus palabras. Si hablas cosas negativas recibirás negatividad. Esto afecta los órganos y nos vuelve vulnerables a las enfermedades.
3. Cuida tu entorno. Rodéate de personas y ambientes que agreguen en lugar de restar a tu vida.
4. Sonríe, es contagioso. Inténtalo: sonríe y te aseguro que los demás se contagiarán y lo harán también. Al reír envías mensajes de bienestar al cuerpo.
5. Duerme. el sueño es reparador. No veas Netflix, apaga tu teléfono. Simplemente respira profundamente y cierra los ojos. Es tiempo de descansar y seguir mañana con tu día.